Amparo fue una persona que estudió Comercio, ( lo que ahora de llana «Empresariales») y toda su vida se dedicó a colaborar con las personas. Fue encargada de campamentos varios años, viajó por toda Europa en los años ’70 y ’80 dando cursos de manualidades porque tenía unas manos de artista, (sabía francés e inglés) y era generosa hasta decir ¡Basta!. Cuando se ocupaba de una tarea, no miraba ni el tiempo ni los costes.
Como era funcionaria de la «escala alta» siempre tenía medios y recursos. Sus sobrinos la recuerdan «com la tía que sabía hacer de todo, dibujar, pintar, bordar., contar cuentos.., y todo lo hacía bien». Era una persona que dejaba huella, pero lo más importante, no se sentía especial o privilegiada, lo hacía con naturalidad.
Colaboró en organizaciones de lucha contra la droga, esa lacra que golpeó y sigue golpeando a nuestra juventud….
Pasó el tiempo y como tenía una lesión de corazón y no podía vivir sola, se decidió ir a una Residencia de la tercera edad…, Pero llegó el covid 19 y golpeó a esa franja de edad. Todo se destruyó, se quemó, sus recuerdos, sus experiencias, su sabiduría, su cariño…
Nos dieron «una caja de zapatos» como todo «equipaje» Ella que se dedicaba a estar con todo el mundo colaborando… ¿ese era el compendio de lo que había significado su vida? A veces, las personas que se encargan de esas funciones tienen la sensibilidad en…, o desconocen de qué tipo de personas se está hablando.
Como decía Pedro Casaldáliga: «A final del camino me dirán: – ¿has vivido? ¿has amado? y yo, sin decir nada, abriré mis manos vacías y mi corazón lleno de nombres».
Muy bueno!! Me encanta!
Un abrazo y suerte con todo!
Es lo que suele pasar siempre, personas que lo dan todo a cambio de nada…
«salió sin ser notada» y ahí quedó su caja de zapatos, un tesoro escondido del todo y de la nada… Qué hermosa historia para reflexionar. Gracias.
Ha sido un ejemplo.
Ha sido un ejemplo. Gracias.
Gracias amiga. Ha sido un ejemplo. Un abrazo.