El otro día me desplacé hasta otra ciudad para ver una exposición que me interesaba bastante. Llega un momento que los circuitos culturales se nos quedan un poco estrechos en la provincia. Viajé en autobús. Tras la visita a la exposición, regresé con un mismo medio de transporte. Un muchacho me preguntó ¿puedo ocupar este asiento?, (porque los asientos no estaban numerados). «Por supuesto», fue mi contestación.
El modo respetuoso con el que me preguntó, me hizo preguntarle ¿de dónde eres?.» «Soy de Perú». Hablamos unos minutos, y me sorprendió su pregunta ¿los españoles no son racista? Contesté segura:» No, aunque habrá alguno»… No me planteé mi aspecto, mujer blanca, piel clara, ojos claros…, lo daba por hecho. «En mi país, hay racismo en los colegios por el color de la piel. No es justo si todos somos Hijos de Dios», me contestó
Me quedé pensando. Recordé la anécdota de hacía muchos años de un jugador de futbol peruano que se había casado con una muchacha de Zaragoza. Luego recordé otra de unos amigos, (el mejicano y ella española). Cuando ella estaba embarazada el marido decía: «Puede salir blanco o normal»… (blanco o mestizo) ¿quienes son los racistas entonces?.
