Me da pena hablar de esas cosas, pero comprendo que las personas nobles, que van sin rodeos ni falsedades por la vida, tienen todas las de perder frente a las personas que siempre buscan los «tres pies al gato» y que tergiversan los hechos. No creo que sea una enfermedad, es simplemente una percepción irreal… Sigue leyendo Suspicacia