Por mi trabajo he tenido que ir de un sitio a otro, (no soy corresponsal de guerra pero sí ejecutiva «agresiva», donde tenía que mostrar un buen aspecto por aquello de la imagen de la Marca). En una ocasión, había dormido muy poco y mal, mi pelo no lucía la mejor imagen, estaba cansada, vamos, que era un desastre, y fui , con las prisas, a una visita importante.
Cuando me presenté y di mi nombre, escuché al secretario un comentario que me dejó «seca»: «Ha venido doña X, pero más bien creo que debe tratarse de un error, porque su aspecto me hace dudarlo» Oí el comentario y me quedé helada.
Así que aplica la lección. «date siempre diez minutos para arreglarte un poco» antes de una cita, porque nunca se tiene una segunda opontunidad para causar una buena primera impresión, cuando «metes la pata». Es un consejo, solamente.
