Cuento.

Hoy no quiero pensar, simplemente quiero recordar mi época de trabajo. Solo cuenta la imagen. y el aparentar. Dicen que el cuerpo humano estaba discutiendo sobre quién era más importante para poder tomar el mando. El cerebro decía que él debería ser el jefe porque pensaba…, organizaba…, creaba situaciones… Pero el corazón se oponía, porque su vida hacía funcionar al resto… Los pulmones reclamaban su protagonismo al igual que el estómago, o los riñones.

Las piernas y los brazos reclamaban su estatus, sin ellos no se podían mover, llevar y traer cosas, recorrer caminos…, Pero de pronto, el intestino y las heces tomaron la palabra. Dijeron que ellos eran los más importantes, pero todos se rieron. Nadie los tomó en serio. ¿Cómo iban a ser ellos el jefe? Las heces no dijeron nada pero dejaron de funcionar correctamente.

Pasaron 2, 3, 4 días y el cuerpo humano estaba incómodo…, molesto… 5, 6 días y empezaron a murmurar, ¿por qué no hacer jefa a las heces? Una comisión de reunió y le pidieron que fuera su jefe, que no podían aguantar mas…, que se estaban poniendo enfermos…

Y desde entonces, cualquier mierda, puede llegar a ser jefe.

Moraleja: no desprecies a nadie.