Dícese que ésta es la cualidad de lábil, es decir, débil. Pero yo quería ponerme en términos de psicología refiriéndome a la labilidad afectiva. Eso que se nos acusa a las personas de lágrima fácil o sentimentaloides que se emocionan con facilidad. Puede pensarse que son más sensibles o que no controlan sus sentimientos, pero ¿por qué controlarlos?
Las emociones son buenas, nos activan esos sentimientos positivos que dan color a nuestra vida. No es lo mismo unas manifestaciones de ira, pánico o rencor (emociones negativas). Claro, que también hay que tener en cuenta que llorar o el dolor tiene sus matices. Pillarte un dedo con una puerta no es lo mismo que sufrir una pérdida importante por un ser querido. Pienso que, a veces, lloramos más la pérdida personal de «que no lo vamos a ver, lo que nos aportaba, etc.» que su ausencia real.
Seamos sinceros, su ausencia nos duele, pero nos acostumbramos poco a poco. Hoy día de los Fieles Difuntos tengo una «colección para recordar». A todos les deseo: Descansad en Paz.
