Preguntas.

Hay veces que se hacen preguntas de forma inocente. Está claro que preguntarle a una señora su edad es una impertinencia. Ya sabes lo que dicen. Las señoras tienen tres edades: «La que dicen, la que aparentan y la real». Recuerdo una anécdota muy divertida. Una señora algo mayor, cuando le preguntó el policía cuántos años tenía, afirmó: Tengo 21 años. El policía, bastante extrañado porque aparentaba más, le volvió a preguntar. Perdone, le he preguntado cuántos años tiene, a lo que ella volvió a repetir. «Tengo 21, caballero, ¿alguna duda?» Quizás el policía se dio por vencido.

No creo que sea significativo preguntar la edad. Creo que hay personas que lo hacen por curiosidad, Si me apunto a un gym y pago las cuotas , no creo que sea necesario ese detalle. Siempre y cuando sea para evitar que menores de edad, entren en gimnasios ( se pueden hacer daño con los aparatos), salones de juego o espectáculos. Por otro lado, como diría una amiga, «la policía no es tonta» y puede calcular, más o menos, la edad de las personas por las manos, la forma de andar, la postura, etc.

Como diría el refrán, «la curiosidad mató al gato».

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De tinteroypincel

Me gusta la Naturaleza, la literatura, el dibujo, la pintura y los niños. Estar con mis amigos y contar historias, reír y hacer un pocos más fácil la vida a los demás.

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