Chamarilero.

Un día fuimos a mirar, a cotillear, para alparceo, (palabra aragonesa, que significa cotilleo), a un anticuario mi hijo y yo. Una tienda en una buena calle céntrica de la ciudad, por escaparates, iluminada. .. No pensaba comprar nada, solo mirar…, preguntar…, Llevaba un objeto pequeño para que me dijeran su valor. No me vestí de gala, pero tampoco iba «de trapillo».

Me recibieron bien, con educación pero cuando saque el objeto (cajita de plata para llevar rapé, (sin muescas ni defecto), la cosa cambió. La valoración bajó hasta un 60%.. .» Que tenían muchas en el almacén, que no era un objeto con «salida», que… Mi hijo y yo nos miramos. Solo queríamos que nos atendieran y que nos dijeran el valor aproximado del objeto, nada mas. No pensábamos venderlo.

Ese cambio de actitud nos dejó muy claro con qué tipo de personas estábamos tratando, mucho escaparte, muchas luces encendidas pero en el fondo, unos chamarileros, unos ropa-vejeros que carecen de clase. Personas que piensan en aprovecharse de la necesidad de los demás y que carecen de escrúpulos. Pensaba en las personas que puedan estar necesitando vendar algo porque están apuradas…

¡¡ qué triste !! Claro era el negocio del usurero.