Dicen que, antiguamente, cuando alguien daba su palabra no dudaban de que aquello tenía valor, era como una firma en un documento. Tal vez porque la gente no sabía escribir o porque tenian mayor formalidad y su palabra empeñada en cualquier tipo de actuación (contrato, cita, negocio, etc.) era tan sangrada como una promesa imposible… Continuar leyendo Compromiso