Tengo una amiga que está indignada. Es una persona que vivió los 70 y 80 y creo que sabe lo que vivió. Parece ser que el otro día estaba hablando con una persona nacida en 1971 y cuando comentaba que en este país nos animaron a comprar acciones, las célebres «matildes» ( las anunciaba un actor muy conocido…, antes de hacer el medio metraje «la cabina» , 1972, premio Emmy). La propaganda era de tal modo expuesta que parecía que había que tener eso o no eras nadie.
Luego vinieron otras acciones de bancos, de compañías eléctricas, etc., así que los ahorros de las clases medias se dirigieron a esas nuevas experiencias.
Mi amiga estaba sorprendida e indignada porque no sólo puso en duda su palabra (algo que ella había vivido) sino que incluso aseguró que era imposible porque los recuerdos que tenía de niño eran que andaban muy justos para llegar a final de mes en su casa. Por supuesto, elevando la voz porque cuando se acaban las razones se recurre a los gritos.
Mi amiga decía ¿cómo le explicaba que sus padres eran obreros sin calificación ni oficios reconocidos con una importante carga familiar y que no se podían considerar para nada, clase media sin ofenderlo? Él que se considera hoy en día algo importante…, así que pasó por tonta o mentirosa, el otro se quedó convencido de sus razones y se acabó.
Esta claro que con algunas personas la educación tiene las de perder.
Hay veces que no vale la pena discutir porque hay gente que no atiende a razones. No hay cosa peor que creerse con el poder de la razón y no estar dispuesto a aprender de otras personas.
Estamos de acuerdo. Pero lo mejor es que discutan algo que la otra persona vivió….
Algo que ocurre con demasiada frecuencia. Una pena.
Feliz día.
Torpeza o falta de habilidad…, bueno, ahora a curarse. Saludos.
Conocí gente que compró de aquellas matildes.
Si, fueron muy populares. ¿Recuerdas también el» bluff»de Sofico?
Algo oí.
Fueron de los primeros fiascos económicos que acabaron con los ahorros de muchos españolitos de a pie…
Tu amiga hizo muy bien en no replicar. En ocasiones así, lo mejor es recordar la frase que dice: «Nunca discutas con un tonto, te hará bajar a su nivel y te ganará por experiencia.» 😉
¡Qué buena frase,! No la conocía pero me parece perfecta.
😉
Me la aprendo…
Hace poco toqué ese tema en mi blog, Tintero, y la conclusión es la misma: las personas inteligentes o con argumentos no pueden discutir con quien no está a la misma altura. Sé que suena poco amable o que suena soberbio, pero es una verdad grande como una casa, ya que, aunque parece ser que todos nos ponemos en esa situación de «yo soy el que sabe», eso no siempre, es así. Como todos sabemos, tenemos conocimientos de algunas cosas e ignoramos muchísimas otras, así que sólo deberíamos hablar de aquello que sabemos y callar el resto del tiempo. Otro problema no menor es que, cuanto más ignora una persona, más convencida está de que tiene razón. Es un problema realmente complejo en el que siempre pierden los que saben. Y eso ya no es complejo, es triste y peligroso.
Un abrazo y a no bajar la guardia, no podemos darnos ese lujo.
¿recuerdas que en tu entrada comenté que tenía otra similar? veo que ese comportamiento se da a lo largo y ancho de este mundo…, ya sabes, respira y sigue…
Claro, tienes razón… Mira, en estos días he tenido que respirar profunda y reiteradamente. Llegó un punto en que les dije a mis amigos: si hubiese tenido dinero me hubiese ido de aquí (y me refiero, tal vez, al país en sí). soy algo impulsivo, como podrás ver; pero esa gente me saca de quicio, me enloquece. Perdón… Oooommmmmmm…
Jajaja, la paciencia es una gran virtud. 👍👍👍