Regalo

Es estimulante encontrarte con personas que tienen intereses parecidos a los tuyos, cuya motivación para estar contigo no se centra en el interés de lo que puedan conseguir a través de ti, sino la comunicación y el afecto.

Ayer estuve con una conocida, no puedo decir que seamos amigas porque el conocimiento mutuo no es excesivo pero si que compartimos gustos e intereses. Hablando de todo y de nada, me hizo un regalo. Personas más cínicas, dirían que no me hizo un regalo, que «se quitó un trasto de encima», que me dio algo que le sobraba…, yo se que fue un regalo porque al dármelo había cariño, buscaba la forma en la que yo podría aprovechar dicho objeto, mostraba interés por ver como quedaría cuando yo terminara de adaptarlo a la nueva función que ambas le atribuimos….

¡Un regalo! Con los tiempos en los que estamos…., cuando todo el mundo parece que necesita todo lo que tiene y algo más…, cuando los comerciantes buscan tu fidelizacion haciéndote descuentos en la próximas compras, o dándote números para sorteos de los que nunca te enteras…

Un regalo desinteresado, en el que solamente buscaba que alguien pudiera aprovecharlo dándole una función lúdica. No lo esperaba, nunca le había pedido nada y me alegro la confianza al ofrecérmelo, el interés porque fuera yo la persona que lo aprovechara y la curiosidad de querer ver los resultados tras el arreglo para su nueva función: Yo lo iba a convertir en un juguete.

A veces, me ocurren cosas así, hay personas que me dan cosas ( un momento, no tengo complejo de Diógenes) pero lo hacen porque saben que soy capaz de reciclar cosas y que estas tengan una nueva vida útil. Casi siempre las regalo una vez reconvertidas porque estoy convencida de que hay más placer en dar que en recibir.