Buen tiempo

Ya tenemos aquí el buen tiempo tan añorado por una primavera fresca, larga y lluviosa. Como se dice por estas tierras, vendrán los forasteros, los turistas, los domingueros, porque este año las vacaciones serán más cortas o más sencillas para la mayoría, pero nadie queremos prescindir de un descanso merecido tras un año de trabajo y obligaciones con horarios.

Claro que descansar en la ciudad sin horarios ni prisas, ir al parque con los críos, pasear, tomar un refresco en alguna terraza y visitar algún museo o acudir a alguna visita guiada de la ciudad, tampoco es mala opción. Eso tambien son vacaciones, cambiar el ritmo del día a día y hacer todo de modo más pausado.

Nuestras costumbres de vacaciones han cambiado bastante. Hace unos años había que irse muy lejos, a países exóticos, traer muchas fotos y muchas compras para luego contar… Como luego nos ha llegado la «época pobre» ahora volvemos al pueblo (el que tenga suerte de tener pueblo) y descansamos en la casa de los abuelos. Asi nuestros pueblos, casi desiertos desde a octubre a mayo, se volverán a llenar de vida.

Nuestros hijos se «asilvestran» en los juegos con otros niños volviendo siempre con heridas  ¡porque mira que son torpes los niños criados en ciudad cuando valen a campo abierto! y los adultos retomamos la vieja costumbre de la tertulia, el paseo por el rio, o la excursión a la ermita (que siempre están  en la cima de algun monte).

Esta ermita es la de S. Julián y Sta. Basilisa en Bagüés en la provincia de Zaragoza, es del s. XI, de estilo románico lombardo .

Es buen momento para la convivencia, la tolerancia y la relajación. Aunque dicen que tras las vacaciones, el número de divorcios aumenta. ¿Será que no conocemos bien a la persona con la que compartimos el día a día? ¿o será que estamos acostumbrados a «llevar el trabajo a casa» y nuestras exigencias se vuelven inaguantables cuando todos queremos y necesitamos un respiro? ¡¡¡ UF, habrá que pensar bien como nos comportamos con nuestra familia !!!