Estaba dibujando en la habitación cuando entró la muchacha para arreglarla. Recogí mis cosas pero me vio el cuaderno de dibujo.
«¡oh, usted dibuja! Yo también lo hago. ¿Esta aquí todavía mañana? Le traeré mis dibujos para que me diga como puedo hacerlos mejor»
Pense que se no lo haria pero al dia siguiente allí estaba Antonia con su carpeta de dibujos. Los mire con respeto porque me comentaba que a ella le gustaba dibujar pero que nunca había podido ir a aprender a ninguna parte. Al terminar de verlos se empeñó en regalarme uno.
«¿puedo pedirle un favor? le traeré el material que tengo de dibujo y que no se usar y usted me dice como lo hago…»
Cuando término su jornada allí estaba con su material, hicimos pruebas, garabatos, le di algunas explicaciones….y le regale un pequeño dibujo. Me dejo una nota.
¡que pocas personas encuentras con esa sencillez y esas ganas de aprender!
Gracias Antonia por cruzarte en mi camino.