En el Sur, a los cantos rodados y piedrecitas pequeñas se les llama «chinos» o «chinorros» si son más grandes, de hecho, algunos espacios públicos tienen el pavimento «enchinado» haciendo dibujos , como por ejemplo, La Plaza de España en el Parque de María Luisa en Sevilla.
Estaba hablando con unos conocidos en una ciudad norteña sobre una anécdota pasada. Les decía que»un chino me había dado en el cristal del coche y se había roto todo el parabrisas».
Ante mi sorpresa, uno de los que escuchaban me corrigió: » no se llaman chinos, se llaman chinas».
Mi respuesta no tardo: » la ventaja de viajar y vivir en diferentes ciudades es que aprendes muchas cosas y amplias la cultura».
Quizas fui grosera pero…Estamos como siempre, ¡que rigidez mental tenemos a veces!
Tienes razon, jajaja
Como decía el torero…»habremos gente pa’too». Un abrazo.
Me da, María, que es una palabra generalizada en Andalucía, y que refiere «piedra chica o pequeña». Y en mi concreto espacio de nación allí, su uso es fluctuante, usa ambos géneros gramaticales (acaso de piedra, acaso de guijarro). El idioma no deja de ser vivo; no debe inclinarnos a guerrear con viveza. En efecto, tienes tu razón (gramáticos aparte)
Mi buen saludo y abrazo. Vive tranquila.
Síiii…, no pierdo el sueño por ello.
Yo te hubiese dicho: «Tu parabrisas roto pero… y el chino, ¿¿como está el chino?? 😛
Bromas aparte, la palabra está bien usada y no hace falta salir de España para ver lo amplio que es el castellano, puesto que nosotros mismos tenemos muchísimas aceptaciones para las mismas palabras según la región, pero además creo que es lo bonito del idioma, que evoluciona.
Saluditos.
PD: ¡informa del estado del chino! XDD
Sin pongo que el chino esta bien, no llegue a verlo a causa de la velocidad, el imparto y la necesidad de orillar en la autoría…, jajaja