Me trajeron una botella de vodka de Rusia, se la habian regalado a mis amigos cuando estuvieron allí y como no beben…
La puse contenta en un mueble de la cocina, estaba recién abierta, así que pensé que cuando ellos llegaran les sorprendería con algún postre exótico aderezado con ese licor.
Pero ¡que malas son las prisas!. Ayer volvi a casa tras la clase de pilares, tenía que preparar las cosas para ir a la otra clase, darme una ducha, tomarme un café… Puse la cafetera en funcionamiento y, de repente, un fuerte ruido hizo que me volviera.
Pensé en que la cafetera se había caído al suelo, o el hervidor de agua, o ¡qué se yo! Pero no, la que estaba en el suelo rota y con todo el líquido en el suelo era la botella de vodka ( y que olor dejo en la cocina).
Esta claro, no puedo beber cosas exóticas, yo, a mi vino tinto del país y a mis dibujos…
Pero quedó inmortalizada, ¿verdad?
Saludos…
Claro, después del trabajo de recoger los cascotes… Jajaja. Saludos.
Pero valió la pena, ¿verdad? Lo mide tu risa en el recuerdo. 🙂
Siiii…
¡Perfecto!
Júntate conmigo!! A mi que no me saquen de mi cervecita bien fria ni en invierno, jajaja. Por cierto, ideales los frascos 🙂
Gracias…
Te he dedicado esta entrada, espero que te guste.😊😊😊😊
Cuerdas | Espacio de Cristina
http://cristinafra.wordpress.com/2014/02/18/cuerdas/
Gracias…, eres un amor.
Hola amiga, te he nominado para el Premio Bloggywog Chrispmouse Cracking, te dejo el enlace:
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Un abrazo.
Muchísimas gracias.