Para los creyentes-practicantes de la religión católica, una semana grande de reflexión, penitencia, oración…, para los demás, unos días de descanso, de parar con la rutina, de «desconectar»…
En esta bendita tierra de Aragón, los tambores, timbales y bombos ponen la música de fondo… Este año hace ya 75 que por Zaragoza empezaron a sonar, era una costumbre arraigada en el Bajo Aragón y fueron traídos de la mano de una cofradía «Cofradía de las Siete Palabras y S. Juan Evangelista».
Era el año 1940 y un grupo de hombres jóvenes, tras una guerra fratricida, decidieron salir a la calle a las 12 del mediodía del Viernes Santo, llevando el sonido de la tierra y repitiendo las últimas frases de Jesús en su agonía.
Hoy son todas las cofradías de la ciudad las que llevan este sonido de tambores (excepto una que lleva matracas- sonido sordo y característico también de la tierra- y otra que mantiene sus trompetas heráldicas anunciadoras de la muerte)
Algunos verán exótico el sonido, motivo de curiosidad, pero esta claro, nuestros antepasados pensaban que «si hacían mucho ruido podían ahuyentar al diablo de la muerte»…ya ven, siempre mantenemos antiguas creencias.
Interesante post. En nuestra Hispanoamérica estamos llenos de tradiciones fabulosas incluso para los no creyentes.
Abrazo
A veces, tenemos la ridícula idea de pensar que comentar las tradiciones religiosas puede ofender a otros…, creo que darlas a conocer es una forma de ampliar todos nuestra cultura. Un abrazo.
Sin duda, la religión es cultura. Se trata de sumar y enriquecer, como lo haces, no de restar, como querrían los dogmáticos (tanto religiosos como agnósticos).
Abrazo
Un saludo amiga.
No conocia estos detalles …..
Te agradezco por este post tan interesante!
Me alegro de que te interese. Saludos.
A disfrutar de las fiestas, aquí no tenemos Semana Santa, así que toca currar.
Un abrazo a tod@s!!!
Lo siento, así que adelante…