Mientras ella inundaba su alma en lágrimas por la muerte de su recién nacido, en lugar de imitar a Noé ante el diluvio y construir el arca, Cristina decidió imaginar una cuna para mecer y arrullar por última vez a su lastimado corazón de madre.
Me gusta la Naturaleza, la literatura, el dibujo, la pintura y los niños. Estar con mis amigos y contar historias, reír y hacer un pocos más fácil la vida a los demás.
Es precioso aunque muy triste..debe ser lo más terrible perder a un hijo.
Feliz fin de semana. Abrazos
Si es duro (lo experimente) pero reconozco que Edwin lo escribe de un modo tan exquisito…
Edwin escribe muy biien, me encanta sus relatos. esta istoria es triste, pero escrita por el es bella. muchos besos y gracias por compartir
Lo bello siempre es bello… ¿Cómo estas?
Tierno, triste… pero el desvalimiento descrito muy hermoso. Si me lo hubiera perdido, lo habría sentido.
Un buen abrazo, María.
Gracias Al.
🙂