Nuestro amigo borgeano hablaba de los sistemas educativos, de instruir dentro de la familia sin acudir a un Centro especializado y reglado, etc.
Ahora que ya estamos contando las horas para acabar el curso escolar en España pensé en mis profesores y maestros…, de algunos olvide no solo sus caras sino incluso sus nombres, de otros los recuerdo con cariño y respeto porque me hicieron trabajar y me inculcaron amor por la tarea bien hecha.
Asi que en honor de todos aquellos que tienen la difícil tarea de «enseñar enamorando de la cultura» a esas cabezas infantiles y juveniles (los que fueron, los que son y los que serán) va dedicada mi caligrafia de hoy.
¡Feliz periodo vacacional para todos!
Qué hermoso lo que escribiste ❤
Yo soy profesora y cada día se hace más difícil sobrellevar esta profesión bajo las condiciones en las que el sistema está ofreciendo educación, pero más allá de eso el ver como los ojitos de un niño se iluminan al aprender algo es sensacional, te llena de satisfacción 😀
Saludos,
Paola.
Paola, no te desanimes porque cuando se pone el corazón en lo que se hace, siempre se siembra y se es recordado. Un abrazo.
Sí a fin de cuentas siempre lo que predomina es el recuerdo de alguien que enseño con amor. =)
Tienes mucha razón en lo que dices referente a la enseñanza. Y la caligrafía no puede ser más bella y acertada. Mi felicitación y cariño. Un abrazo, Julie
Gracias amiga.
Los buenos maestros no se olvidan nunca, es verdad y yo recuerdo a algunos con un cariño increíble, a otros con admiración, a otros con simpatía… Pero juro por todos los dioses del Olimpo que algunos profesores, aunque me enseñaron conocimientos, en lugar de dar clases debieron irse a cuidar cabras a Las Hurdes.
Felicidades por tu preciosa caligrafía 🙂
Estamos de acuerdo pero ¿que te han hecho Las Hurdes? Los podemos mandar a «escardar remolacha» que es algo muy útil y productivo…, jajaja. Gracias por comentar.
jajajajjajaja ¡Pues también es verdad! con lo bonito que es ese paraje. ¡A escardar remolacha o a segar pepinos!