Hoy un amigo me envió por correo una serie de refranes, esas frases que encierran conocimiento, sabiduría, experiencia…
Me he quedado con uno que deseo compartir: » Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto».
Me recordó a mi jefe que decía: » el respeto hay que ganárselo, es muy difícil conseguirlo y muy fácil perderlo».
Porque cuando uno hace lo contrario de aquello que pregona, de lo que exige a los demás, cuando se instala en el poder o cuando solo lo busca, o el aplauso, o…, pierde toda credibilidad.
Siempre hay que poder enseñar las manos…
Me encantó tu entrada Tintero, gracias por traernos estos refranes tan verdaderos.
También me gusta la mano abierta… El que tiene las manos limpias es el que puede sonreír. Y a mi me encanta ese refrán que siempre me decía mi abuela… «obras son amores y no buenas razones». Un beso.
Cuando nos llenamos de palabras pero nuestros hechos los desmienten…, cuando acusamos a otros y tenemos algo que ocultar…, cuando nos mofamos de las instituciones pero las utilizamos en nuestro provecho…, tristes tiempos donde la vergüenza no es valor en alza.
Algo así pensaba yo ayer y el alma se me lleno de pena, al escuchar como en Madrid
abucheaban e insultaban a los vencidos.
Saludos.
A las personas se les conoce en el perder y sobre todo en el ganar. Saludos.
No puedo estar más de acuerdo. Gracias por tu mano.
Un abrazo.
Suscribo cien por cien tus palabras. Abrazos.
Un abrazo.
Siento que cuando me voy de aquí, de la lectura de tu blog, me llevo más de lo que dejo. Estrecho entre las mías esas manos limpias. Un beso para tintero y un abrazo para pincel. 🙂
Te los devuelven llenos de cariño. Un fuerte abrazo Vero.
Muy cierto, hacen falta más manos abiertas y limpias como la que has dibujado.