Mi amigo el caminante, el que me muestra la belleza de cada rincón de España recorriendo el Camino de Santiago, me ha hecho llegar un regalo, una fotografía de la flor del naranjo, del azahar, siendo del Norte el me trajo un regalo del Sur.
Eso me trajo el recuerdo de un viaje con mi pequeña. En las calles y plazas sevillanas son abundantes los naranjos. Sus flores se respetan así como sus frutos. Mi pequeña estaba de paso viajando por España, pero nos gusta que aproveche todas las oportunidades de conocer, aprender, experimentar…
Estaba distraída jugando en una placita… «¡Mira qué flores blancas tan bonitas! y mira qué bien huelen, es el azahar, una de las fragancias más delicadas que existen, com ellas se hacen perfumes, esencias y sus frutos son las naranjas».
Era a finales de abril y el aroma llenaba el aire de la mañana cuando el calor todavía no había conseguido subir la temperatura. Se quedo asombrada como unas flores tan pequeñas podían encerrar ese aroma y cómo podían dar origen a esos frutos llena de salud y vitaminas.
Apreder a oler es otra forma de enseñanza, es » el viaje de los sentidos». Seguramente, no olvidará el aroma de esas flores y las imagenes asociadas a ellas.
Que precioso post!
Este» viaje de los sentidos» huele a azahar….!
Gracias amiga.
Bienvenida a tu casa, con este escrito, por todo el esfuerzo que te implica. Gran abrazobeso.
Todo lo que trabajo en el día a día me compensa con vuestro cariño. Un abrazo grande grande.
Y qué delicioso es el perfume de esas flores de azahar… y más ahora, en la Feria de Abril.
Besos.