El fallecimiento de alguien cercano deja a la familia más o menos dolida, sorprendida o alterada emocionalmente sobre todo si es algo súbito e inesperado.
Todos buscamos ser aceptados y dar nuestra mejor imagen en todo momento, no cave la menor duda, pero esta anécdota de hace unos días, lo corrobora.
Tenían que trasladar el féretro hasta la residencia habitual de la difunta y escuché algo muy curioso: » va a venir mucha gente, así que tenemos que ir a la peluquería para arreglarnos y ponernos guapas».
Dentro del duelo, resulta Kafkiano, del cine de Almodovar o no sé de qué esas palabras pero lo cierto es que me llamó la atención tan singular comentario porque eran la hermana y la nuera de la difunta las que lo decían.
Estaba claro, «el muerto al hoyo y el vivo…»
Pues sí, querida amiga. Éso es. Pero mira, no me parece tan mal; mucho dolor y congoja hacia el exterior, a veces, es puro paripé . En muchas culturas hay auténtica fiesta tras el fallecimiento de un ser querido y recibir a las amistades «guapos» pues también puede apetecer sin que por ello haya menos sentimiento, ;-). Un besazo grande!!!
Estamos de acuerdo en que en otras culturas sea impresionante las fiestas que se organizan con la muerte. Que nos guste estar «monas» es natural por ¿qué dirán los otra cuando nos vean con «esos pelos»? 😜😜😜😜