Las personas parece que tenemos «horror al vacío», cuanto mayor es el sitio que tenemos para nuestros efectos personales, mayor es la cantidad de cosas que acumulamos, desde colecciones de…, hasta ropas que dejamos de usar u objetos incompletos, inservibles o anticuados.
Sin embargo, las cosas no las poseemos sino que nos poseen. Nos obligan a tener que guardar un espacio, un orden, un lugar en nuestras vidas, si tenemos «las manos llenas», no nos cave nada más en ellas y nos impiden sentir el «vacío» que puede hacernos vivir con menos ataduras, ¿realmente necesitados todas esas cosas? Si sufriéramos un incendio ¿qué cosas salvaríamos?
En la actualidad, tengo que vaciar una casa con muchos objetos, son muchos años de guardar cosas y me planteo que lo realmente importante son las vivencias que hemos acumulado en ella. Recordar con algo puntual un verano, un viaje, unas fotografías…
Tal vez todos necesitamos viajar por la vida mucho más ligeros de equipaje.
Así es amiga, como diría Tony de Mello en su libro con el mismo título: «Ligero de equipaje»… en realidad necesitamos muy poco para sobrevivir a tantas cosas inútiles que nos dominan. El dibujo en plena meditación… de lujo. Besos.
Gracias Julie. Un beso.
Te doy todas las razones….
Gracias, un abrazo.
Como decían en El Club de la Lucha » lo que posees acabará poseyéndote». La solución es sencilla, aunque no fácil de llevar a cabo si uno está acostumbrado a ese ritmo de «coleccionar» cosas: dejar de comprar para llenar los vacíos que tenemos.
Yo dejé de hacerlo, porque tuve que hacer una mudanza y me di cuenta de lo absurdo de la situación.
Un abrazo y muy buena entrada.
Gracias Javi, tienes razón lo absurdo de acumular…,