Todos conocemos unas cuantas, incluso más de las que necesitaríamos para el día a día. El otro día me acordaba de mi hermana, en un grupo de mujeres adultas, «impuso» una multa de 50 céntimos por cada palabra que se pronunciara. Había un bote y a final de mes se iban todas juntas a tomar café.
Yo creo que no era la multa (aunque eso también ayudaba en algún momento), es que realmente las personas empezaron a modificar su lenguaje y cambiaron poco a poco las expresiones, especialmente si había niños delante.
Uno se pregunta ¿también las usarías si estuvieras en una entrevista de trabajo, ante un jefe o simplemente quisieras causar una buena impresión? Cuesta poco hablar bien y dice mucho de las personas.
Efectivamente, tienes mucha razón. Pero nos hacemos vagos y haraganes al cuidar nuestro lenguaje.
Y, por cierto, he podido comprobar que si en un grupo se evitan las expresiones altisonantes, tiene un efecto beneficioso en cada vez más personas…
Estamos totalmente de acuerdo. Saludos.
Otra gran verdad la que comentas en tu reflexión. Eché de menos el dibujo… ¿Qué pasó? Besos.
Problemas con mi Mac, espero solucionarlos. Lo siento.
Besos. Espero se arregle ese problema Tintero.
Eso espero, besos.
A mi me chocan! Ojalá hubieran más personas interesadas en cambiar Su vocabulario. Viviríamos en un mundo más apaciguado supongo.
Como diría Teresa de Calcuta, «barre la puerta de tu casa y el mundo estará limpio», así que ¿por qué no intentarlo» Saludos.
Asimismo 🙂
Saludos