Aqui, en Aragón, cuando alguien se encuentra con un conocido y se pone a charlar, se dice que «se ha cogido un capazo». Así que en los días de vacaciones, cuando la gente sale con más tranquilidad y relajación, siempre encuentras a alguien para «coger ese capazo».

Es la tertulia relajada, a pié de calle, donde cuanto le propones a la otra persona que tomemos algo, te puede responder: «No, no, si tengo prisa», pero sigue manteniendo la conversación. Es así…
Es el arte de conversar, algo que nuestra gente joven está olvidando con sus mensajes y sus redes sociales, con sus prisas y, sobretodo, con ese «desacostumbrarse» a hablar los unos con los otros.
Cuánta verdad expresas y cuánto se aprende contigo. No sabía lo del capazo, aunque sí, mi abuela tenía esta espuerta para múltiples usos. Y la has dibujado muy bien! Y cuánto necesitamos hablar de tú a tú y mirándonos a los ojos sin prisa… Gracias, amiga.
Gracias a ti, un abrazo.