Mi amigo siempre me hace reír con sus chascarrillos y «problemas». Me contaba un día que había ido a un comercio grande donde quería comprar una fragancia para su chica, por aquello de que siempre encontraría más surtido que en la tienda del barrio.
Llegó decidido a comprar el perfume y se colocó las gafas para ver, porque no reconocía el envase del producto que buscaba. Según cuenta él, cuando estaba limpiando sus gatas, una señorita se acercó para preguntarle: «¿En qué le puedo ayudar?» Muy decidido dijo «o ye» pues era la marca que su mujer quería. Ante la cara de duda de la dependienta, se lo repitió: «O ye». «Le oigo perfectamente señor», repuso la muchacha. «Que quiero un frasco de «O ye» dijo mi amigo».
Entonces tuvo claro la muchacha lo que le pedía mi amigo, era un frasco de colonia «Eau jeude» la colonia para su mujer…, Cuando me lo contaba se reía pero me aseguraba que había pasado mucha vergüenza. Hay que aprender idiomas.
Me parto, me imagino a tu amigo pidiendo o ye, si fuera yo la dependienta, me habría dado un ataque de risa.
Genial!!
Así es la vida, jajaja.
Lindo dibujo que sugiere el perfume… Y sí, mejor aprender idiomas. :)) Besos.
Estamos en ello. besos.