Ya empezaron las rebajas y parece ser que las personas nos volvemos «locas» para conseguir ese artículo estupendo que «está rebajado y es tan barato»…, pero cuidado lo único que esté de rebajas es nuestro criterio y nuestro pobre bolsillo. Porque si no hacemos una lista de las necesidades que tenemos y nos dejamos llevar por las tentaciones (que para algo se llaman así), podemos volver a casa con cosas que no necesitamos.
También existen las personas que compran compasivamente tres, cuatro y hasta seis prendas y luego las devuelven porque no son su talla , o no les gustan como quedan «con el blanco de los ojos» (ironías aparte).
Hace tiempo que han salido por internet, diferentes aplicaciones para vender los productos que no nos ponemos, o que no nos gustan, es una opción, pero quizás sería más conveniente dejar de consumir regustos, tiempo, dinero y pensar con la cabeza.
Muy de acuerdo contigo. Besos.
Abrazos.