Todo cambia con los días. Esta semana ha sido muy complicada para mi por motivos familiares y no he tenido conciencia de cuándo dejamos de aplaudir.
Estas semana atrás las sirenas de las ambulancias, de protección civil, las de los coches de policías (local, nacional, autonómica e incluso la guardia civil) sonaban a las 8 de la tarde por nuestras calles animando a todos aquellos que nos hacían la vida más fácil pero ahora solo hay silencio…
¿Es que ha sido una orden superior…, es que nos hemos cansado… (la novedad ya estaba gastada en esta sociedad donde se valora solo lo nuevo) o es que mi situación personal me hizo ignorar qué pasaba?
Nuestros muertos no resucitarán por los aplausos ni por las sirenas pero es muy triste que ahora «ya no pase nada, como ahora empezamos a salir a la calle…», que se olvide a esas personas que nos sonreían, que compartían con nosotros los momentos irrepetible, es muy triste. Manolo, Amparo, todos vosotros seguiréis vivos en nuestro recuerdo.
Creo que es el síndrome de tolerancia.
????
Lo que quiero decir es que, como sucede con las adicciones, a medida que pasa el tiempo, los humanos necesitamos más cantidad para obtener el mismo resultado.
Y en este caso, parece que nos hemos acostumbrado a todo esto, incluso siendo tan extremadamente grave, y a que los profesionales siguen teniendo que lidiar con ello cada día.
Gracias por la aclaración, no entendía tu texto, ahora sí. Es una pena…, saludos.