La ciudad muere.

Nuevas restricciones en este país. Ya no podemos hacer casi nada, porque si tu familia es de 5 miembros ¿a quién mandas fuera? Ya se que me dirán que en estos momentos y por diferentes razones (retraso de la natalidad, falta de seguridad económica, etc.) hay muchas familias que solamente tienen UN hijo. Unas amigas le llaman «el hijo del susto» (¡Ay si se cae…!, ¡Ay si se pone malo…!) pero todavía hay parejas que tienen dos y una abuela en la casa…

El caso es que ahí estamos, con los cierres perimetrales en cada provincia, con el cierre de los comercios «no esenciales» los fines de semana a las 6 de la tarde…, no esenciales ¿para quién? porque para cada familia que depende de ese sueldo es esencial…, para la hostelería que parece estar demonizada y que «ahora cierro, ahora autorizo, ahora dentro del local, ahora fuera. Los que mandan no se aclaran y no aclaran.

¿Qué se consigue con todo esto? que no sepamos exactamente qué hacer, porque el toque de queda es a las 10 de la noche (algunas Comunidades a las 20 horas) y que nuestra vida quede reducida a trabajar o pasear, si la climatología lo permite… Ayer me comentaba un conocido que los amigos sale a pasear de cuatro en cuatro y que luego «se cambian las parejas» y las conversaciones… como no se puede quedar en ningún sitio y no pueden ser más de cuatro…

La ciudad muere…, las relaciones se destruyen…, los amigos se distancian…, y las alteraciones mentales (depresión, soledad, ansiedad, tristeza, etc) tienen el mejor caldo de cultivo con estas situaciones. Quizás consigamos que el covid desaparezca de nuestras vidas, pero… ¿a qué precio?