Que cosas más ridícula es la prepotencia. Cuando escuchas a una persona hablar y que cree que tiene la verdad absoluta resulta ridícula. Aunque ella piense que deja a los demás «con la boca abierta» por sus grandes conocimientos.
Si observamos como hablan este tipo de personas, siempre suelen utilizar un tono ligeramente más alto de aquel que usan las personas que les rodean. Hablan sin dejar que los demás los interrumpan o participen en la conversación y defienden sus teorías, opiniones e ideas con una vehemencia digna de mejores causas. Da igual que el tema sea importante o no, para ellos lo importante es imponer su opinión, que los demás acaten su superioridad.
Si analizamos este comportamiento, nos damos cuenta de que detrás de todo ese «ruido» hay una gran inseguridad. No están seguros de sí mismos, ni están demasiado seguros de lo que exponen y por eso temen que otros puedan aportar mejores ideas que las suyas, por eso no suelen dejar opciones a las personas que están con ellos, porque en el fondo, suelen ser simples emisores de ideas ajenas, repetidores de algo que escucharon y que les pareció bueno y que lo repiten como propio.
El dibujo es de mi colección particular, un perfil «de entrenamiento» como aprendiz de artista. Creo que la postura del perfil cuadra bastante bien con el tema.
Me encantó el narrativo y el dibujo, una buena combinación.
Muchacho…, eso si que es bueno, que te vayas a «los históricos»…, lo cierto es que había estado con una persona de esas que siempre tienen «la razón» (la suya, única y axiomática) y no lo pensé más…, así que así salió todo. Un saludo.
Somos tantas veces así…