Cuando por la mañana nos vestimos para las actividades cotidianas elegimos unas prendas u otras según lo que tengamos que hacer. Si vamos a hacer deporte, a hacer alguna visita importante donde queremos dar una buena imagen, si vamos a comprar, o si vamos a estar jugando con los pequeños en el parque…
Eso suele ser lo habitual, que nos vistamos para las ocasiones aunque, a veces, parece que nos disfrazamos, nos sentimos tan incómodos… Las ocasiones en las que más se nota es cuando asistimos a eventos como bodas o celebraciones especiales.
Si te paras a observar, notas que algunas mujeres no están cómodas sobre sus zapatos de tacón o que la ropa les queda demasiado estrecha, o demasiado larga, o demasiado ancha, o demasiado…., en una palabra, que no están cómodas. Que la ropa las lleva a ellas.
Los hombres no se libran de esa sensación, el nudo de la corbata, la chaqueta sin abrochar , los pantalones demasiado amplios para sus pasos excesivamente largos, todo ello desdibuja la imagen que pretenden dar. Simplemente, les falta costumbre de ir así vestidos ¿Significa eso que van disfrazados?
Unas veces si, queremos dar una imagen que no se corresponde para nada con nosotros (tanto por exceso de arreglo como por defecto) otras veces nos vemos empujados a ir según marcan las reglas de cortesía y claro, esas reglas a veces, están un poco lejos de nuestras costumbres.
Se dice : » que el hábito hace al monje», y se puede tomar como el ropaje que llevamos pero también como la costumbre (hábito, frecuencia) que nos hace actuar o vestir de un modo determinado. Nosotros debemos decidir si queremos ser de los que llevamos la ropa ( nuestro atuendo como algo propio) o si ella nos lleva a nosotros (vamos disfrazados).
Creo que este personaje se siente cómodo con su hábito. Es un dibujo hecho a lápiz al que tengo especial cariño ¿por qué sentimos cariño por unos dibujos y por otros no? No lo se, pero admito opiniones o razones para saber por que pasa…