Esa frase la hemos oído muchas veces, nos dicen que al dibujar una figura tan sencilla como es un árbol, nos van a conocer. Bueno, si y no. Si paseas por la Naturaleza y observas, ves diferentes tipos de árboles, sus copas pueden ser tan variadas.. (ejemplo: chopo o alamo).
El problema empieza cuando la persona que pretende «analizarte a través de ese dibujo» no tiene demasiado claro el esquema abstracto de «árbol» y que se pueden pintar árboles «no-convencionales» (la carrasca o encina) simplemente porque en el jardín de casa, en el parque o en la zona geográfica donde vives hay muchas clases y te apetece pintar uno u otro…, no porque tu proyección sea melancólica o eufórica sino porque estas más familiarizada con ese esquema. (otro ejemplo: el haya, los hayedos siempre se han considerado bosques de brujas, ¿sera porque la luz pasa entre sus ramos y hacen sombras muy sugerentes? )
Ibamos en el coche y la pequeña dijo ¿»como se llama esos árboles que son un triángulo»? Se refería al pino negro y al abeto que estaban a nuestro alrededor.
Otro ejemplo: el cipres, tampoco es redondo y «convencional».
Si la niña hace un triángulo o una linea vertical cuando le pidan que haga un árbol ¿esta mal? ¿Su mente no trabaja adecuadamente? ¿Su estado emocional es….? Por favor, más respeto cuando nos ponemos a hablar de cosas como: proyecciones emocionales, comportamientos inconscientes, discriminaciones conceptuales…, porque, a veces, las limitaciones conceptuales están en la persona que pretende analizarnos.
Un último ejemplo: el olivo que puebla nuestra tierras de norte a sur y que puede llegar a tener 500 años «sin que se le noten en los frutos», sólo su tronco retorcido y lleno de nudos, nos habla de su edad. Este árbol, tampoco es «redondo».
Como se puede ver, dibujar un árbol tiene muchas variaciones… y no siempre significan desviaciones conceptuales o psicológicas.