Todos tenemos nuestra ideas, principios, creencias, hábitos, etc., con los que tratamos de relacionarnos con los demás, es nuestra manera de estar en el mundo.
A veces, asociamos la palabra rigidez mental con las personas mayores sin embargo, nos podemos encontrar con jóvenes y adultos que mantienen una actitud rígida ante todo lo que les rodea, todo lo catalogan, lo juzgan y lo rechazan o aceptan sin analizar o comprobar los posibles cambios que han podido surgir en la situación o que han podido modificar el concepto. ¿Inseguridad o necesidad de aparentar un conocimiento que realmente no se posee…, necesidad de imponer el criterio propio?
Me ha pasado recientemente, una compañera de clase me hablaba de un profesor y la opinión que le merecía era bastante negativa, además, exponía sus opiniones con tal contundencia que parecían verdades absolutas. Este profesor ha ido modificando su modo de dar la materia a lo largo del curso, pero ella, esos cambios, no los quiere ver, de hecho, mas de una vez se ausentó de sus clases a mitad de sesión.
En otro momento, hablando sobre la enfermedad de Alzheimer expresó «al que le toca, le toca», vamos, echo por tierra todos los trabajos de investigación de los neurocientificos, psicólogos, neurólogos, etc. que defienden la necesidad de enriquecer las conexiones neuronales para que el cerebro tenga más recursos ante un deterioro posible. Además, teniendo en cuenta que ella no es experta en ninguna de esas materias todavía sorprende mas.
Esas manifestaciones son a las que yo llamo rigidez mental: El creerse dueño de la verdad absoluta sobre todo y todos, el no admitir opiniones en contra, el no aceptar que «el gris también existe y también es un color».
De estas personas hay muchas, aquí las describes perfectamente, tienen necesidad de imponer su criterio, a mi en lo personal me molesta mucho esa actitud, ellas creen que lo saben todo, para todo tienen una respuesta con la que quieren convencer a los demás, que absurdo, que manera de perder la sencillez y asombro en la vida.
Estamos de acuerdo. Saludos.
No, no tiene edad esa rigidez mental… Lo expresas en los rasgos de ese dibujo. Pobre Baudelaire, Van Goh, etc. etc. Muy interesante tu reflexión Tintero. Un beso.
Gracias…, un abrazo.
Es muy interesante lo que has expuesto, gracias por compartir tu experiencia.
Un abrazo.
Gracias Isabel por comentar. Un abrazo.
Como diría mi amiga Janet, ¡¡gente cortita de alma!!
Tampoco en esta ocasión puedo ver la imagen 😦
Lo intento otra vez. 😉😉
Rehice las dos entradas con sus imágenes, espero que puedas verlas. Un abrazo.