Acabo de terminar mis diez minutos de fotosíntesis. Sí, ya se que no soy una planta y que esa función es específica de ellas, así que me explicaré.
Vivo en una de las zonas con más horas de sol del país y sin embargo, cuando me hicieron la última analítica me dijeron que estaba muy baja de vitamina D. El remedio no fue tomar un medicamento, (medida bastante habitual entre los médicos-recetas), lo que el médico me recomendó fue: «tomar el sol como mínimo diez minutos todos los días sin protección solar».
Una, como es muy disciplinada, lo hace casi todos los días, a unas horas u otras, y a ese ritual le llamo «mi tiempo de fotosíntesis».
¡Qué cosas!, cuando vives en zonas soleadas vas buscando la sombra y cuando vives en zonas lluviosas o hace más frío, parece que necesitas acaparar los rayos de sol aunque sean pocos.
Supongo que es otra incongruencia más del ser humano, siempre disconforme con lo que tiene. Así que no olvidèis tomar vuestros minutos de sol para que la vitamina D esté dispuesta a fijar el calcio en vuestros huesos.
Así es, un poco de sol cada día que las nubes no lo impidan es una gran medicina en muchos aspectos. Bonito dibujo. ¡Gracias!
Gracias Isabel.
Gracias por compartir tu experiencia. Yo no agarro sol ni por equivocación, así es que tendré que entrar en la fotosíntesis también.
Te aseguro que es una buena medida por aquello de fijar el calcio, ya sabes…, saludos.
Sí, ya estoy agarrando mis bañitos de sol.
Los antiguos se curaban mirando fijamente al sol en la primera hora de su salida y la última de su puesta al atardecer. Empiezas por treinta segundos y cada día vas aumentando 3 segundos hasta que llegues a un cuarto de hora. Cuando llegues a ese punto, estás curada de cualquier enfermedad. Prueba. Se supone que la primera hora el sol es cuando te ofrece su Omega3, también en la tarde… Y si, sin sol, no podríamos vivir, sol y agua para la fotosíntesis. Somos plantas. Y muy bueno el dibujo…
Gracias por el consejo y por el piropo
Los habitantes de mi cuerpo huimos del calor, pero hay algo en la luz de sol que me atrae con una fuerza irresistible. La luz, la luz, la luz, que entre por todos sitios, que lo cubra todo. Sólo la del sol, apenas toco los interruptores de la luz eléctrica. Porque sólo la luz del sol está a la altura de la paz que deja cuando está.
Y la que nos llena de energía.😉😉
Voy a seguir tu consejo y de forma progresiva como comenta Julie, a ver que tal resultado me da. Ya de por sí el sol me estimula, lo que no soporto es el calor excesivo, pero el sol del invierno me encanta!!
Adelante amiga. Un beso.