Me refiero, básicamente, a las personas que se quedan solas o cuidadas por manos ajenas, o acompañadas de su pareja de toda la vida y que poco a poco, se van apagando sus ilusiones, sus alegrías, su vida social…
Los hijos trabajan mucho y viven lejos, los nietos van a verlos pero solo un ratito, el invierno tiene las noches demasiado largas…, los amigos faltaron hace tiempo…
Vi una pareja en el parque sentada en un banco, uno se apoyaba en el otro, creo que los 80 años ya no los volverían a cumplir, veía la ternura que se mostraban y pensé: «Gracias a su esfuerzo, su trabajo, su entrega por dejarnos una sociedad mejor, hoy vivimos una sociedad diferente, pero ¿qué les estamos dando nosotros a ellos como pago?»
Somos una sociedad que no sé si todos se satisfacen al mirarse.
Pero puedo asegurarte que hay excepciones.
Un abrazo.
No deberíamos olvidarnos de los ancianos, ellos nos cuidaron de pequeños, nos cambiaron los pañales y nos enseñaron a caminar. Nosotros deberíamos hacer lo mismo como muestra de gratitud hacia ellos. Es mejor que no se nos olvide que ellos hicieron lo mismo. No debemos ser malagradecidos. ♥
No debemos olvidar lo que hicieron por nosotros.
Hermosa meditación, me recuerda ese dibujo las manos de padre apoyado sobre su garrote. Muy bello y muy reflexivo este corto. Un abrazo.
Gracias amiga.
Buena reflexión. La verdad que es una pena como esa sociedad trata a las personas mayores. Me gustaría pensar que con el paso de los años mejorará la cosa. Pero la verdad es que no tiene pinta.
Un abrazo y buen arranque de semana.
Que la sociedad cambie está en nuestras manos, nosotros somos la sociedad. Buena semana.
Triste reflexión pero cierta
Si, pero quizás podemos cambiar algo en nuestro entorno…
Cada cual tendrá su respuesta, seguro. Gracias por dedicar a ellos este post.
Tratemos de estar a su lado, se lo merecen.
En mi caso toda mi comprensión y apoyo y sobre todo seguir contando con ellos para todo…. y q tarden en dejarnos!!!!!
Felicidades.
Creo que hay que mimar y cuidar a los que nos mimaron y cuidaron antes.
Besetes, María.
Es una magnifica opción. Besos.
Leí algo similar hace un tiempo, aunque no puedo recordar dónde. No importa, la reflexión que nos propones es certera, tintero y nos expone como sociedad. Hace poco con una amiga fuimos durante varios meses a leerles a unos ancianos en un asilo de indigentes y la respuesta emocional que tuvimos por parte de ellos fue sobrecogedora. Cuando por alguna razón pasaba una semana sin que fuéramos a visitarlos, cuando volvían a vernos nos decían «pensamos que nos habían abandonado». Ésa palabra «abandono» era clave en su lenguaje: sus familias primero y la sociedad después, los ha abandonado.
Un abrazo.
Imagino la experiencia tan enriquecedora que tendríais…, ¡qué envidia! Pero tienes razón, el abandono suele ser lo más habitual.
Lamentablemente, en nuestras sociedades, el tema del abandono es así, sin duda. Mi experiencia fue riquísima y lamentablemente tuvimos que suspenderla porque uno también tiene que vivir y se necesita trabajar para subsistir. También estuve cuatro meses viajando por el interior mexicano dando clases de música a adultos mayores. Estaba una semana en cada pueblo y formábamos un coro con los ancianos del lugar. Fue una experiencia muy gratificantes a varios niveles. Conocer esta parte de mi continente y además compartir tantos momentos con esa gente que tiene tanto para ofrecer fue algo maravilloso.
Un abrazo.
Eres afortunado y muy rico en experiencias. Felicidades.
Hermosa, triste y muy cierta tu reflexión. Los ancianos tienen tanto que ofrecer y nosotros nos perdemos compartir su sabiduría, sus experiencias, su compañía… inmersos en alcanzar un no se que. Bsss
pues habrá que cambiar el paso ¿no crees? Un abrazo.