«Llevo los niños a fútbol, a ingles, al conservatorio de música, a muti-deporte, a ballet y a folklore regional. También hacen técnicas de estudio y comprensión lectora…., Está claro que los niños tienen unas jornadas más exhaustivas que muchos adultos, yo diría que son maratonianas.
Cuando acaba el curso escolar no varían demasiado las actividades porque entonces los apuntamos a diferentes «campus» de todo tipo, de juegos en equipo, de idiomas, de manualidades, de paseos por la naturaleza…, etc., etc.
Y es que los padres no tienen vacaciones escolares, se tienen que contentar con un mes como máximo de descanso estival, así que tenemos que hacer que los niños están ocupados.
Si contamos con los abuelos porque están sanos y tienen el cariño y el tiempo que los niños necesitan, podemos considerarnos afortunados.
A veces, los niños van «al pueblo» a la casa familiar o para hacer turismo rural en un fin de semana, para disfrutar del aire libre, de la alberca, a comer fruta, a tener libertad, a vivir muchas cosas «sin reloj» sin hacerlos pequeños adultos antes de tiempo.
¡Felices vacaciones para todos y para los niños, también.
Que’maravilla vivir sin reloj!
Y lo que dices de los niños es verdad ¿porque tendrán que vivir todo el año como pequeños adultos?
Felices vacaciones para vosotros , también!
Felices vacaciones y un abrazo.
Tenemos que procurar por manterner a nuestros pequeños ocupados en las clases extras para así alejarlos de tantos vicios. 🙂
Es una opción. Saludos.
Eso de que a los niños no les damos un respiro es un mal de nuestra época que debería evitarse a como dé lugar. Como bien destacas con el título de tu entrada ¿Dónde ha quedado la infancia en estos casos? A veces ese exceso de tareas se debe a que los padres no pueden ocuparse de ellos; pero otras veces –y esto es lo preocupante– esas tareas se les asigna a los niños «para que estén ocupados y no molesten». Todo pareciera ser parte de un experimento social, porque la pregunta sobre cómo esos niños van a reaccionar en el futuro todavía no tiene respuesta.
Un abrazo.
Tienes razón. No sabemos cómo podrán reaccionar en el futuro esos niños, de todos modos tiene la infancia «confiscada». Un abrazo.
Un repaso encantador del principio de las vacaciones de los niños… Y rincón para el arte. Mi aplauso y mi cariño. Abrazos.
Gracias mi niña, lo que no vivamos de niños no lo podremos recuperar… ¿ o no?
Uffff, menudo tema. Los tenemos ocupados a tiempo completo como si de un reflejo de nuestra ajetreada vida adulta se tratara. Creo que e he dado cuenta a tiempo de que es un gran error, hacemos un producto de hijos, y no les queda tiempo de experimentar y desarrollar su capacidad y personalidad, y aunque es complicado, se pueden recortar muchas actividades y dejarles tiempo para JUGAR. Un abrazote
¡Qué bueno que tú también te diste cuenta! . Un abrazo