Yo era muy pequeña, muy habladora y muy curiosa, así que siempre estaba alrededor de mi mamá para ver qué guisaba , qué hacía o qué compraba. En aquella época yo no iba al jardín de infancia.
Mi mamá siempre ha sido una magnífica cocinera pero muy poco dada a preparar repostería, decía que «eso no era comida, que era laminaría». Así que solo de vez en cuando hacía rosquillas con anís y azúcar por encima.
Yo no perdía detalle y miraba cómo preparaba la masa y cómo ésta se iba espesando poco a poco. La trabajaba con las manos volteándola una y otra vez y me sorprendió que, de pronto, la golpeara, pegándole un par de azotes.
Mamá ¿por qué has hecho eso? y sin esperar su respuesta yo mismo me contesté, «Claro, como tu la has nacido». Mi lógica infantil no entendió la diferencia entre hacer y nacer.
(Lamín, palabra aragonesa que significa golosina).
Qué belleza y qué recuerdos tan puros de la infancia… Me hiciste recordar cosas parecidas de esa época tan hermosa. Y la foto es preciosa. Besos.
Me alegra mucho que tengamos recuerdos gratos. La peque, que es una artista…