Mi amigo tiene mucha gracia y se ha inventado una nueva palabra: «todólogo». Significa: persona que «sabe de todo, pontifica con todo y no deja lugar a otras opiniones»
Los «todólogos» se dan en todo tipo de ambientes y lugares. Cuanta menos profundidad de conocimientos tienen sobre el/los temas que tratan, más pontifican y tienen la verdad absoluta. Son algo así como «aprendices de todo y maestros de nada». Ellos no se resisten a quedarse callados e imponiendo su voz, su presencia o su edad haciendo que su opinión prevalezca.
Sin embargo, las personas que realmente tienen algo que decir son discretas y solo hablan u opinan sobre los temas que conocen. Las personas que tienen una gran experiencia de años y que se han preocupado de no «perder el paso» en los conocimientos, también merecen nuestra atención, es la dignidad de la experiencia.
La edad no te hace más sabio. Las costumbres se acentúan con los años, el que era melindres de niño lo será de mayor, el que era intransigente igualmente seguirá con su hábito.
Como dice el refrán: «A más años, más solera».
Muy buena reflexión. Hoy abundan… Besos.
jajaja…, cuanto menos saben, más hablan. Un beso.
El dibujo me encanta.
Gracias.
Alguna vez he hablado sobre esa gentuza en mi blog (aunque no se me ocurrió el estupendo neologismo «todólogo»). La verdad es que las personas sabias sólo hablan cuando es necesario; los he conocido de primera mano y en diferentes ámbitos; desde un profesor universitario hasta un campesino iletrado.
Un abrazo.
Tienes razón amigo, las personas sabias no solo están en los libros, están en la observación, el descubrimiento, el reposo… Un abrazo.
En argentina todos somos todologos!
Jajaja, no será para tanto…., un abrazo.
Un término realmente original y muy apropiado, jejeje
jajajaja, besos.