Los seres humanos así como los animales y las plantas, nos tenemos que adaptar al clima, las circunstancias ambientales, el agua o la sequía, a la comida… Ya el señor Darwin tomó buena nota de ello y nos lo hizo saber. Solo los mejor adaptados de la especia tienen capacidad de sobrevivir.
Sin embargo, cuando hablamos de las personas y sus caracteres, ahí la cosa tiene muchos matices. A veces, los mejor «adaptados» son aquellos más agresivos, más competitivos, los más «tiburones», que miran a los otros como «pobres diablos» o perdedores.
Pero la Naturaleza nos enseña: Ante el huracán, el junco sencillo y humilde cede, se dobla, se adapta. El grueso árbol orgulloso y altanero, después de la tormenta, quizás pierda sus hojas, alguna de sus ramas y tal vez su propia vida.
Muy buena reflexión, Tintero y me gusta mucho la acuarela, Pincel. Que no pases mucho calor hoy!!!!!, Bsssss
Lo intentaremos, besicos