Llevo varios días sin escribiros en el blog. Temas familiares, obligaciones ineludibles, trabajo…, y hoy he recibido una llamada de una amigo. Se sorprendía que no hubiera dado señales de vida, que no acudido a unos eventos que me interesaban. Con su delicadeza me daba una llamada, quizás no estaba en mi lugar de residencia…, y como última posibilidad: niña ¿estás bien?.
Si algo tienen los amigos es que saben detectar nuestros cambios de humor, nuestra sobrecarga emocional o esa bajada de defensas que nos dejan «el corazón en los huesos» como decía J. Sabina.
Esos son los amigos que nos hacen más fácil el camino vital del día a día, son como el paraguas con el que nos podemos proteger de la lluvia y que algunos tenemos la suerte de tener cerca.
Gracias amigo.