Si quiero hacer alguna cosa diferente en mi día a día necesito usar la agenda. Supongo que es un defecto profesional o una necesidad de llenar el tiempo. La educación recibida de que una persona ociosa es una persona inútil. ¿cómo se te pasan los días, los años, qué has hecho hoy?, pero el caso es que yo sigo utilizando la agenda cada día para que no se olvide nada.
Como decía alguien con experiencia «vale más un lápiz corto que una memoria larga», así que apunto las tareas diarias para que no se olviden. (reuniones, citas, etc.)
Eso de las agendas no está «de moda», las usan los alumnos de primaria (por obligación) e incluso algún que otro adolescente. Los soñadores, los románticos que escribir sus cuitas, algunos también las usan para llevar la contabilidad…
Y es una pena porque independientemente del uso que se les de, la agenda es muy útil como medio de control de sí mismo, como disciplina personal, ese saber qué hice o con quién estuve.
Felicito tu disciplina, nunca pude llevarlas. besos y rosas querida amiga
La disciplina y la práctica…, Un abrazo enorme lleno de rosas.
Las agendas, como las libretas de notas y las listas de «cosas por hacer» son buenos aliados para quienes necesitamos una guía para ponernos a trabajar. Yo, sin duda, soy uno de ellos.
Un abrazo.
Me pasa lo mismo, necesito tener esa guía para no perderme en «los debería». Un abrazo.