Los hechos políticos que vive el país o los grandes problemas nos importan y nos afectan, pero cuando estamos «apegados en el día a día», que la Bolsa suba o baje, que la prima de riesgo tenga vaivenes, o que el valor del oro se cotiza más alto o más bajo afecta muy poco a nuestra vida personal. No son tema de conversación habitual. Quizás sea una ingenua, pero son grandes finanzas que están fuera nuestro control o de nuestra mano.
Así, apegada a la tierra y teniendo en cuanta que la vida diaria es la que nos afecta a cada uno de nosotros con nuestras emociones y/o problemas, paso a contaron algo curioso.
Tuve un grave accidente cerebral hace ya casi dos años y pude conocer con más seguridad a las personas que siguieron ahí y las otras…, las cosas pasaron…, hoy en día estoy bastante recuperada.
Me encuentro con una persona de las que se alejó…, y muy sorprendida comenta: «estás muy bien, no se te nota nada…, si quieres, podemos quedar algún día»…
Lo que he vivido me ha dado muy pocas ganas de revancha y casi tengo serenidad, así que recordando a Fray Luis de León y su célebre frase: «decíamos ayer…», sonreí, dejé fluir la vida y no contesté…
Enhorabuena por tu decisión. Creo que es mejor así. ¿Para qué añadir más problemas, sufrimiento y dolor?
Además, esa persona sabe muy bien lo que [no] ha hecho…
No soy Sta Teresa de Calcuta, pero casi pasé del ella. Un abrazo.
Después de mucho tiempo fuera de circulación, voy retomando contactos. Me alegro que “Tintero y Pincel” continúe a pesar del accidente. Las cosas que pasan siempre afectan. Yo creo que todo lo que ocurre, incluso lo que pensamos que no -porque nos parece lejano- nos transforma. Pero está en nuestras manos que sirva para mejorar como personas.
Un fuerte abrazo.
Me alegro de leer de tí, bienvenido. Es cierto que nos afectan las cosas pero está en nuestras manos saber «darles la vuelta». Un saludo.
No contestar y «dejar fluir» es, sin duda, la respuesta correcta. ¡Qué paz se siente cuando esto ocurre!
Un abrazo.
Tienes razón amigo, una se tiente como «más ligera».
Un abrazo.
Detrás de cada vida hay motivos que nos hacen detener, aparecer o desaparecer, enfermar, silenciar, superar. En ello andamos algunos, y yo me alegro de volver a tu blog y encontrarme con tus estupendos dibujos y textos. Y sobretodo, con tu recuperación.
Un abrazo.
Gracias amiga, siempre es bueno notar el aliento (aunque sea virtual). Saludos.