Tengo algo de tiempo para poder «husmear» por los juegos que ofrecen esas consolas, tablet y simulares para los adultos ( o por lo menos eso espero). Son casi todos de ganar a…, destrozar algo…, derribar con «superpoderes» o cosas similares. Pocos juegos presentan puzzles, pruebas de habilidad o sudokus.
Con este tipo de entretenimiento no es de extrañar que nuestra sociedad sea violenta, que considere que la vida es como un video-juego donde hay que vencer, destruir, golpear, etc. para ser el «más guay» del grupo.
No hay que olvidar que algunos adolescentes han tenido problemas muy serios de comportamiento al imitar a sus «héroes». Hay que tener mucho cuidado con el modelado que los adultos proporcionamos a los chicos.
Antes que nada, me encanta el dibujo… Por lo demás estoy de acuerdo contigo.
Gracoas Julie por tu comentario. Un abrazo.
Los juegos virtuales, además de violentos, son poco creativos (los niños y jóvenes no deben pensar en nada, sólo actuar). Lejos de mí el considerarme un «conspiranoico», es decir, aquellos que creen en teorías conspirativas; pero tengo la sensación de que esto no es gratuito, de que algo complejo está detrás.
Un abrazo.
El hecho de que se evite pensar, plantearse las acciones como posibles o simplemente se impida cuestionarlas como buenas o malas, ya significa que nos están embruteciendo. Estaba leyendo «Con el viento solano», de Ignacio Aldecóa y anticipaba algunas situaciones que no se daban (la novela es los años 50). Tenemos tal cantidad de violencia gratuita que casi resulta extraño que la acción no se desarrolle en esos términos para un final anunciado.., y lo damos por hecho…. Un saludo.