No es la bebida en sí, es la pausa que se hace alrededor de esa taza con personas con las compartimos aficiones, trabajo o tertulia. Creo que ese tiempo empleado con los amigos dan vitalidad y salud porque significan una parada en la actividad diaria, en los problemas personales o en las prisas del día a día.

Me gusta pensar que vamos a seguir con esa cultura del café en el bar como un lugar de encuentro y reunión. Nos relaja la conversación, facilitamos el diálogo y las relaciones humanas y cuando los días son fríos, nos reanima esa infusión. Lo necesitamos en esta sociedad tan alterada…
No todo el mundo puede tener la calma que se nota de las señoras de la barca en un pequeño lago…
Es un momento mágico, tomar una taza de café y hablar y estar en la terraza viendo cómo pican los pájaros el tiempo… Y me encanta la pintura… también relajante. Mi abrazo,
N¿Muchas gracias amiga. Un abrazo.
Siempre dije, exagerando, claro; que el elixir de los dioses, esa bebida que ellos beben allá arriba o donde sea que estén, es el café. No podría vivir sin él y todo lo que significa.
Un abrazo.
Es una forma de romper con la rutina diaria de los trabajos monótonos, así que entiendo que los dioses se tomen también su momento de relax…, saludos.