Después de muchos días sin ver la lluvia parece ser que los frentes y las borrascas se deciden a visitarnos. Es precioso ver cómo el campo cambia de color, el aire está más limpio, el polvo se asienta en la tierra, se respira mejor…

Eso sí, los charcos también se presentan en los caminos y aunque somos «urbanistas» sabemos que la lluvia es imprescindible para todo y no nos molesta su presencia. Los niños juegan en los parques saltando y salpicando…, y nos haces sonreír con sus risas y sus travesuras.
Bienvenida la lluvia, porque «una pertinaz sequía» supone menos cosechas, menos comida, menos riqueza y más problemas para este mundo tan maltratado por todos nosotros.
La lluvia es una bendición del cielo, y como bien dices la tierra lo agradece… Hermosa obra de arte refiriéndote a ella, los trigos verdes, el camino húmedo. Muy bello. Besos.
Muchas gracias Julie, eres mi mejor fan. Un fuerte abrazo.