Todos hemos podido observar con tristeza como ardía la Catedral de Notre-Dame de París, una joya del gótico francés y monumento universal. Cuando los franceses lloraban por su pérdida, distintas firmas del mundo económico y de la moda, surgieron dando mucho dinero para su restauración.
Pero es muy curioso, siempre se dijo que «nada es verdad ni es mentira, que todo es del color del cristal con que se mira…» y he tenido la experiencia de poderlo constatar con las opiniones de algún conocido.
«Siempre tienen dinero los blancos para arreglar sus monumentos, no se han preocupado por otros como los de Palmira, Líbano, etc. esos no interesan».
Me quedé tan impactada por aquella opinión que no supe replicar.
Tintero y pincel 
Muy de acuerdo contigo, yo también me quedé pensando…
Reblogueó esto en Arte en guerra y paz.
Precisamente en una de mis últimas entradas hablé sobre ello con más profundidad «La realidad del incendio de Notre Dame, la doble moralidad en la sociedad» en la cual explico, en resumidas cuentas, como la sociedad en la que vivimos estamos acostumbrados a vivir en una contradicción de ética y moralidad y como esta la asumimos.
https://eldiariodejuls.wordpress.com/2019/04/21/la-realidad-del-incendio-de-notre-dame-la-doble-moralidad-en-la-sociedad/
Saludos!
Muy interesante tu punto de vista. Es cierto que la distancia hace que hechos más cercanos nos afecten más que otros semejantes pero más alejados de nuestra sociedad. No somos solidarios en demasiadas ocasiones.