Me gusta leer, es una actividad con la que he tenido que esforzarme en mi día a día porque da pereza (exige esfuerzo, atención y comprensión lingüística y conceptual), más que otras actividades como ver unas imágenes que siempre se reciben de un modo más pasivo.
Pero hay algo que me supera y es que, a veces, los prólogos son tan prolijos, con un lenguaje tan culto rayando en el culteranismo de Góngora (como si el que lo escribió quisiera demostrar que él también saben escribir…) y con tal cantidad de citas y referencias, que llegan a suponer casi el veinte por ciento del texto original del autor. ¿Es a demostración de cultura y ¿acaso pedantería? eso necesaria?.
Me considero aficionada a la lectura, soy de la que busca la palabra distinta en el diccionario para no quedarme con la duda de si entendí el concepto. Por eso creo necesario reivindicar el lenguaje como medio de comunicación, no solo de lucimiento personal O esa es mi sensación, claro que solamente soy una lectora aficionada…
Hay ensayos escritos con una altísima calidad y profundidad, y con un lenguaje tan claro que hace de la práctica de la lectura un disfrute personal y asequible.
Creo sinceramente, que es pura pedantería. Y estoy de acuerdo contigo, prolifera en los prólogos todo lo que expresas. Y por cierto, mereció la pena… el dibujo. Besos.
Gracias amiga.