A mi mamá siempre le habían gustado las plantas sobre todo, las que daban flores. Teníamos una hermosa terraza y yo la veía arreglarlas quitándoles las hojas secas o cambiándolas de tiestos. En una ocasión compró una hortensia.
Soy la pequeña de cuatro chicas y alguien le comentó a mi mamá que en las casas donde había hortensias, las mocitas no se casaban, ¡qué tonterías! pensó ella, porque la
Eso llegó a oídos de mis hermanas mayores y en algún momento y «nadie sabe cómo» el tiesto con la hortensia se rompió. ¿sería el viento?. El caso es que la planta se quedó tronchada y no hubo forma de que reviviera con gran pena por parte de mi mamá.
Ella nunca supo quién había sido la autora de la rotura, (yo no, porque era muy pequeña y no entendía de qué iba la cosa) pero a veces, ella todavía recordaba que tenía una hortensia preciosa y que alguien la destrozó.
Me hiciste recordar a mi madre que también le encantaban las plantas… Y las leyendas de cada una de ellas. Muy interesante lectura. Gracias, amiga.
gracias a tí. Un abrazo