Nos empeñamos en dejar las cosas para más tarde, «no tengo ganas de …,ahora no es el momento…, ¿tienes la seguridad de tener ese momento diferente o más tranquilo? Cuando te das cuenta de que los días se van «como el agua en una cesta» y que hay muchas cosas pendientes para llevar a cabo… como estar con la familia, con los amigos, charlar con tranquilidad o compartir una tarde con alguien que te importa, eso es vivir.
El correr porque tienes mucho trabajo no es sano, te desquicia, te enferma, es muy triste no tener para los amigos o la familia un rato de charla, aunque sea telefónica, preguntar por ellos, interesarse… Me doy cuenta de la cantidad de tiempo que he perdido porque tenía que hacer cosas, un tiempo precioso que ya no podrá volver.
No estoy deprimida, estoy con los ojos abiertos, serena y tranquila, siendo consciente de que lo importante es «ese no hacer nada para estar con…». Tardamos demasiado tiempo en aprenderlo y es un error.
Vive lo que te gusta, no necesitas grandes cosas, practica las aficiones que te produzcan felicidad aunque no te den dinero porque las cosas «no las posees tú, te poseen, te impiden arriesgar y ser feliz».
Alguien dijo «Cuando acabe el camino, me iré con las manos vacías y mi corazón lleno de nombres». Eso es saber vivir aunque alguien piense que estamos locos.