Vive sola, así que nadie va a su casa. Tiene esa edad incierta entre los 65 y los 70 años…, debe quedarse en casa, está en una edad de riesgo…
Una vecina le compra lo imprescindible y se lo deja en la puerta, toca el timbre y se va…, no habla con nadie. Solamente sale a tirar la basura.
Hoy desde su terraza, ha visto cómo los árboles ya se visten de brotes y anuncian la primavera…, ella piensa que es hermoso que la vida continúe a su paso, serena y tranquila…, además los días se alargan y parece que el tiempo empieza a cambiar.
Ella está sola…, y a veces tiene pensamientos negros…, ¿llegaré a ver esta primavera?
La soledad no- buscada de las personas mayores que es obligada, es muy triste …, pero de pronto ella sonríe ¡no tiene síntomas, está viva! y eso le da ánimo para continuar en ese aislamiento.
Un aplauso para la resistencia.
Bueno, no está tan sola, tiene una vecina, una terraza por donde ve los árboles… pinturas para pintar su primavera… Una sonrisa y además, escribe y «no tiene síntomas» . Bendita soledad! Un abrazo.
A veces, no nos damos cuenta de lo afortunadas que somos…, un abrazo.